“Sólo cuando la mente se encuentra abierta
y receptiva puede producirse el aprendizaje, la visión y el cambio.”
Si has
llegado hasta aquí es porque tienes un problema o un interés, pero también
sabes que hay una solución o te la han recomendado. El mindfulness es un arma poderosa para gestionar el estrés y la
ansiedad en el día a día. Nuestro objetivo es realizar una aproximación cercana
e inicial para resolver las dudas más clásicas que pueden hacer pensar que
Mindfulness es algo insustancial o místico.
1. Qué significa
mindfulness.
Mindfulness en español significa conciencia plena o
atención plena. Literalmente se
traduciría como “concienciación”, según wordreference y la Wikipedia añade a las definiciones de
mindfulness la “conciencia pura”. Otra
de las definiciones populares es ‘vivir el aquí y el ahora’. A diferencia de
muchos otros neologismos no es una moda pasajera, es un complemento reconocido
de psicoterapia.
Pero, ¿qué significa
practicar la conciencia plena o el mindfulness? De una manera sencilla: es el
entrenamiento de la atención,’ para conectar la experiencia con el momento
presente, sus pensamientos y sensaciones, sin culpa ni juicios.
Esto supone pensar pero
mejor: romper con la dinámica del hacer mucho y reflexionar sin la sombra de las
expectativas y las preocupaciones (futuras) y la culpa (pasada). Actuar sin
reaccionar compulsivamente ni automáticamente, pues nos lleva a tomar malas
decisiones o evitar la decisión.
“Este
sufrimiento es el problema, la inquietud, la resistencia, el resentimiento y la
ansiedad que agregamos de manera innecesaria a la experiencia.”
Esta lógica de actuaciones
diarias suele ser invisible, pero su carácter nocivo se evidencia ante picos de estrés o épocas difíciles de nuestra vida. Bloqueos, sentimientos exagerados,
malas decisiones. El mindfulness sirve,
siempre de la mano de un profesional, para regular y controlar esas las
emociones.
Si pudiéramos reducirlo a la mínima expresión mindfulness
es foco, regulación emocional y atención al presente.
2. Quien trajo
mindfulness en Occidente: Jon Kabat Zinn
es un médico y especialista clínico de reconocido prestigio.
El
origen del mindfulness es budista, pero la práctica que llega a nuestros días
está pasada por un tamiz más neutro e incluso medico. Jon Kabat Zin es catedrático en Medicina por la Universidad de
Massachusetts, biólogo molecular e
impulsor del mindfulness en Occidente. El abrió en la primera clínica de
reducción del estrés y gestión del dolor basada en mindfulness. Probó el zen, el yoga y la meditación y lo
tradujo en la técnica de la atención plena desprovista de creencias. Creo un
programa de 8 semanas, REBAP, que hoy es mundialmente conocido. El primer artículo sobre los resultados
positivos de su programa se público en 1982. En 2015 los artículos científicos
sobre estos beneficios fueron 647. Abrazar la realidad sin sufrir según él
es curativo.
3. Técnicas de
mindfulness: meditación y más, asequibles para todos
Para
llegar al estado de enfoque y realidad que propone el mindfulness hay
diferentes vías. Se pueden resumir en meditación y respiración en diferentes
ejercicios de carácter formal e informal y en relación a los requerimientos y
situación del paciente o individuo. No son complicadas, pero hay que someterse
a un trabajo o entrenamiento. La constancia es la clave.
La más conocida de las técnicas
de mindfulness es sin duda la meditación.
La meditación mindfulness es
progresiva y se basa en la relajación, concentración y respiración. Cada profesional tiene su propia
técnica, pero siempre está anclada al presente.
La
dificultad radica de la confusión entre centrarse y dejar de pensar. La calma a
través de la respiración debe aplicarse a la conciencia y atención del momento,
no a dejar la mente en blanco.
De
esta base se desprenden varios elementos más simples para trabajar el
mindfulness
·
Ejercicios de concentración: cada cosa es un mundo de sensaciones. Se
trata de elegir una tarea y aplicar el máximo de nuestros sentidos en ello.
· El escaneo corporal se dirige a aceptar el presente en el cuerpo, en uno mismo..
Ser consciente de cada una de las partes del cuerpo, lo que sienten y son a
través del recorrido mental.
· Oír y observar como base de información del presente. Practica estas acciones para
anclarte a la experiencia
· Refuerzo de actitudes de
autocompasión, amabilidad y visualización como contraposición autoexigencia y autocrítica
excesiva.
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4. Lo que te venden
como ejercicios de mindfulness y no lo son
Estamos
en la época del new age del consumo. Todo lo que funciona se copia y vende en
serie. Por eso el mindfulness en muchos casos ha caído en el saco roto de la
autoyuda comercial y se haya confundido con prácticas que nada tienen que ver:
libros de pasatiempos, yoga, coaching o positivismo vacío .
Lo primero que debemos asumir es
que toda técnica de mindfulness debe aplicarse a la experiencia del presente,
sea esta agradable o desagradable. No es divagación o evasión.
No son
ejercicios para evitar el dolor. No se trata de hacer aparecer el placer o
desaparecer un disgusto, sino de gestionar mejor las emociones. Esto ayuda a
ser más felices y positivos y sufrir menos.
NO ES
MINDFULNESS…
· Mindfulness vs. Yoga. El yoga toma parte de la filosofía
mindfulness, pero
en muchos casos lleva unida un contenido espiritual o ideológico, según el
tipo de yoga. Por otro lado, busca reforzar la flexibilidad y la resistencia
muscular, y hay quien lo usa sólo como una gimnasia.
· El coaching trata de una monitorización de objetivos personales
más o menos concretos. Este es un camino en el que mindfulness puede ser un apoyo( pero
no al revés). Ambas disciplinas parten del análisis del presente, pero el
mentor o coach hace preguntas y aplica presión sobre unas tareas al cliente,
lo que es opuesto al mindfulness.
· La psicoterapia y el
mindfulness son complementarios, pero no sinónimos.(enlace interno a servicios clínicos) Cada vez
más centros recomiendan debido al valor científico del mindfulness o focusing
como recurso junto a la terapia, pero la práctica del mindfulness no indaga
por si mismo en la intimidad del paciente
· Los libros (de autoyuda) deben seleccionarse siempre con cuidado. Hay libros efectivos, pero
también hay mera indulgencia y palabrería en muchos otros. Los hay de
mindfulness, pero no funcionarán a no ser que el lector apliqué sobre los
conocimientos el foco adecuado. Para
iniciarse es mejor hacerlo de forma presencial o en directo.
Los
libros de colorear pueden ser una herramienta, pero no son practicas de
mindfulness. Toda actividad artística
puede ser sublimatoria o liberadora, pero no es atención plena.
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5. Mindfulness en la vida cotidiana. La práctica hace la
fuerza, pero depende de los ejercicios y la forma.
El mindfulness es fácil de
integrar en la rutina diaria. Hay muchas
maneras de hacerlo y usa técnicas sencillas, pero requiere eso si constancia,
intención y seriedad.
La meditación mindfulness
más formal te pide un rincón sereno, en calma y en silencio, una postura recta
en un lugar cómodo y al menos 15-20 minutos. En el caso de aplicarse como apoyo a otras
rutinas terapéuticas, usar un acompañante es la clave.
Los ejercicios más
informales se pueden poner en practica casi en cualquier sitio sin mucho ruido
y mucha gente. Cuanto más entrenado se esté,
más fácil será encontrar este espacio. En el camino de vuelta a casa, en un
descanso del trabajo, antes de ir a dormir
o mientras se come o hace deporte.
Los beneficios del
mindfulness en la vida cotidiana son multiples.
Es el perfecto aliado para tu estrés, para la resolución
de problemas en épocas de mucho trabajo, para dormir mejor,
ser más optimista, avanzar en los tratamientos clínicos, regular emociones y
dolor. Puede aplicarse en
grupos de trabajo o a la familia. No obstante, para pasar a las practicas más informales debes conocer
la técnica o seguir los consejos de un buen guía.
Ahora que sabes lo
que es de verdad ¿Crees que te puede ayudar?
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